El Mae de Desampa!

Mi madre es muy especial. Ella hace todo lo que puede por verme bien. Esta historia es sobre ella, quiero que sepan algo de ella antes de que la lean. Ella es católica practicante, es muy creyente es Dios y en las buenas costumbres, siempre asiste a grupos de oración. Esta en grupos de la iglesia, entre otras cosas.

Bien, aquí empiezo. Cuando yo estaba en decimo año me quede en matemáticas, siempre he odiado los números, no es que fuera una bestia, sino que nunca me han gustado, siempre he dicho que solo me sirven la suma, resta, multiplicación y división, y pare de contar.

Así que tuve que ir a las famosas olimpiadas para estudiantes que les gusto tanto la materia que quisieron más, ósea ir a convocatoria, el examen lo hice a finales de diciembre, eso fue hace mas de un año. Pase estudiando poco mas de una semana todo lo que iba a entrar en el examen, que pereza, eso me paso por vago, llegaba a clases de mate a perder el tiempo, nunca hice las practicas, llegaba a vacilar con mis compañeros, así que a tragarme la maravillosa materia de todo un año.

Hice el examen de convocatoria, me fue malísimo, un 55, lo hice al propio, es que quería estudiar el resto de las vacaciones para asegurarme que la materia de decimo me la había aprendido muy bien (¡¡si güevon!!).

Entonces desde la segunda semana de enero hasta principios de febrero, a estudiar como loco, todos los días estudiaba, hacía prácticas, me aprendía las formulas, veía números por todo lado, tal vez era mas divertido si me suicidaba.

Tres días antes del examen mi mamá me llama y me dice: “Vieras le conté a una amiga que usted tenia que hacer convocatoria de mate, que usted estaba estudiando bastante. Entonces yo le pregunte si ella sabia de algo que fuera bueno para cuando estudiara, y para que cuando haga el examen no estuviera nervioso. Ella me dijo que tenia un amigo que desde que estaba en la u el usaba algo y que era muy bueno porque el siempre se sacaba mas de 90, me dijo que le iba a preguntar y que me iba a dar, a ver si Dios quiere que le vaya bien papito” (que preocupadas que son las mamás, siempre quieren lo mejor para uno) yo le dije: “tranquila, que yo me sentía bien con lo que había estudiado”

El día antes del examen ella llegó y me dijo: “vea ya mi amiga me dijo que era lo que usaba el amigo de ella, me regaló un poquito a ver si le sirve” del bolso de ella saca una servilleta, dentro de la servilleta había una bolsa que tenia como unas hojas verdes, yo pensé que era de esa medicina natural, que seguro había que echarla en agua y hervirla y que sabia horrible. Le pregunte: Mita, ¿Qué es eso? Ella me dijo: Mi amiga me dijo que el amigo de ella fumaba un poco antes de estudiar y antes del examen, que lo relaja y que le da claridad. Y yo ¿Cómo? Mi mamá me estaba dando marihuana para estudiar y para el examen, no lo podía creer, con la imagen que ella tiene, de buena persona, con buenas costumbres, alguien que es de iglesia. Me dije ¿Qué diablos le pasa? ¿Quién le lavó el cerebro a ella? ¿Será que se le metió el diablo y que él me quería tentar?

¡!Al día siguiente, en el examen tuve la claridad y estuve mas relajado que nunca!!

Mentira, no me la fume, le dije que si estaba loca, que como me iba a dar, eso, ella me dijo que lo que quería era que me fuera bien, que sabia que estaba nervioso porque si no pasaba me quedaba, que me quería ayudar.

Me puse a pensar pobrecita mi mamá, un poco ingenua, todo lo que ella quería era ayudarme, quería que me fuera bien, si supiera que con solo tenerme en sus oraciones era mas que suficiente, no piensen mal de ella, sus intenciones eran buenas. Recuerdo que la mañana del examen me tome un té tranquilo, en la tarde después del examen mi mamá me preguntó cómo me sentí durante el examen, yo le dije que de lo mas tranquilo, ella me dijo seguro fue lo que le echo en el té. ¡Sí! ella echo marihuana en el té.

Por cierto, pasé el examen, me saque un 86, hasta este día me pregunto si pasé por lo que estudie o por ese maravilloso té que me dio mi mamá.

Desde ese día pienso que no hay madre que no haga hasta lo imposible por sus hijos.