jueves, 26 de agosto de 2010

Sobre caminos, piedras y sin sentido alguno.


A veces no se sabe como empezar por aquí. Hoy quiero escribir algo que solo tenga sentido para mi, al final hay cosas que solo necesitan salir, que tal vez mi boca no pueda decir, que solo puedo pensar, solo puedo sentir...

Qué difícil es tomar el salto, sentir ese vació, preguntarse como será el final. Hay tantas situaciones en las que necesitamos dar un salto, en mi caso casi no lo pienso a la hora de hacerlo, si algo hay que hacerlo se hace... todo menos algo, esa piedra con la que sabemos que vamos a tropezar pero tiene un imán que nos atrae y de ante-mano sabemos que el suelo nos espera. Esa piedra para mi puede ser algo y para usted algo más, pero en mi caso conozco tan bien esa piedra que siempre me cuido de no tropezar, de no acercarme pero en algún momento se tropieza y sí, tropecé.

Era un camino por el que evitaba pasar, en medio estaba esa piedra. De tanto evitarlo empezó a crecer un vacío, nada lo llenaba ni un poco de esto ni de aquello, y como todo un día se presentó la oportunidad, ese día lo pensé tan bien, trataba de convencerme de no ir ahí, todavía se sentían las heridas de las otras piedras, veía las cicatrices como recuerdos, me recordaba no buscar una cicatriz más pero me fui embriagando de eso y poco a poco me olvidé de esas cicatrices, de las heridas, del no querer pero para llegar ahí tenía que pasar por ese camino que evitaba.

Di un paso, me sentí bien y me preguntaba por qué lo evitaba, se empezaba a dibujar una sonrisa en mi rostro, di un paso más y me dije que yo tenía que cruzar el camino. Empecé a correr antes de tiempo y llegué rápido a la mitad del camino donde estaba... donde sentí el suelo otra vez, esa sonrisa que se dibujó se apagó, esa caída me recordó que puedo ir por cualquier camino menos ese, por dicha me lo recordó antes de tiempo.

No digo que no quiera pasar por ahí, claro que sí pero eso que hubo al final del camino se fue, estuvo ahí cuando no quise ir y en el momento en el que quise se había ido, tal vez lo pensé demasiado o tal vez di algún movimiento brusco que lo que provocó fue algún susto, no quiero ni debo buscar esa respuesta, solo no ver hacia atrás, ver mi herida y dar el siguiente paso lejos de ese camino y esa piedra.

Se cae, se aprende y no se vuelve a repetir el mismo error aunque al final queramos lo contrario.


5 comentarios:

cupcake dijo...
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andrés dijo...
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KagosaVampire dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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