jueves, 22 de septiembre de 2011

El primero: duro adiós.

Ese primer día que entré a trabajar nunca pensé que ni estaba presupuestado en ese entonces, el llegar a encariñarme con las personas que trabajaban conmigo hasta hoy. Ni siquiera sé por qué escribo esto, más que desde hace mucho no escribo (de hecho pienso en regresar) pero sentí la necesidad de hacerlo. Decir adiós hoy fue difícil.

Hoy sentí un poco como en una película que vi, donde este personaje sabe o al menos cuenta la historia del día en el que muere. Vi a todos los que fueron parte de mi día a día y me despedía de ellos, probablemente gracias a la vida y sus diferentes caminos, no logre volver a ver a algunos de ellos. Pensar eso en ese momento fue mucho, quise llorar, no voy a mentir, las despedidas nunca supe llevarlas. Supongo que se parece un poco al adiós del primer amor, duele y los siguientes ya sabe uno como tomar la despedida.

Este post es solo para aprovechar un eventual regreso próximamente. Renuncié donde trabajaba y ahora creo que voy a tener un poco más de tiempo, así iré regresando.

P.D. Primero desde la app de Blogger, creo que va a hacer el regreso más fácil.

1 comentarios:

KagosaVampire dijo...

Se lo que se siente. Pero di es parte de la vida.
Se llora y se sigue adelante.
Suerte en el nuevo brete ;)